¿El automóvil usado cambiará el panorama económico y energético?
La intención original de desarrollar un automóvil usado era lidiar con el cambio climático global, pero los desarrollos posteriores demostraron que su impacto superó con creces la estimación original. El desarrollo del automóvil usado tiene un gran impacto en el sistema de energía, principalmente en los siguientes aspectos:
Se estima que para 2050, el automóvil usado creará hasta el 30% de la demanda de electricidad en el mundo. En los países desarrollados, esto estimulará la conversión de sistemas de generación de energía de combustibles fósiles a energía renovable; En los países en desarrollo, esto estimulará la mejora de los sistemas de cuadrícula modernos.
El automóvil eléctrico usado requiere una gran cantidad de estaciones de carga, lo que estimulará la economía local y el empleo.
El automóvil eléctrico usado puede usar fuentes de energía como la luz solar, el viento, el gas natural, la energía nuclear o la energía hidroeléctrica, eliminando la dependencia básica del petróleo.
La electricidad es básicamente un producto local, inadecuado para el comercio de larga distancia, y los beneficios económicos y laborales que previamente poseen compañías petroleras extranjeras pueden ser mantenidas por compañías locales en el futuro.
El automóvil usado requiere amplios recursos de energía distribuida, lo que estimulará la red para mejorar la respuesta a la demanda y el potencial de almacenamiento, y se dará cuenta de la unificación del transporte y la electricidad.
El petróleo ha sido el alma de la industria del transporte durante más de un siglo. Con la industrialización y las mejoras en el nivel de vida, la industria petrolera ha crecido constantemente junto con los avances en el transporte. Sin embargo, solo unos pocos países tienen abundantes recursos petroleros, y esta distribución desigual ha resultado en la geografía económica actual.
En contraste, el sol y el viento se pueden ver en todas partes, y las empresas de generación de energía son en su mayoría empresas nacionales. La electrificación del transporte significa que muchos países ya no dependen de los mercados internacionales de energía.